lunes, 28 de febrero de 2011

La Ortografía

    ¿Qué es ortografía?

El principal uso del idioma es la comunicación, y para poder comunicarnos efectivamente, es necesario que elaboramos los mensajes de manera correcta y comprensible. La disciplina que nos enseña a ordenar en forma lógica las oraciones es la gramática. Asimismo, existe otra rama que nos ayuda a comunicarnos mejor: la ortografía. Gracias a la ella, podemos utilizar bien el lenguaje, que en nuestro caso es el español de Chile, también llamado castellano. Por lo tanto, estudiaremos la ortografía del castellano.
Origen de la palabra
La palabra ortografía viene del griego orthos, que quiere decir correcto, y de grapho, que significa escribir. Así, tenemos que ortografía quiere decir escribir correctamente. Tal como debemos hacerlo cuando hablamos, al escribir hay que tener en cuenta que existe una manera correcta para utilizar las palabras. A eso nos enseñará la ortografía: a escribir bien, a fin de que podamos comunicarnos mejor, y nuestros receptores comprendan los mensajes.
Para poder aprender a escribir bien, conviene estudiar las tres partes de la ortografía por separado. Estas partes son: -La que se refiere a las letras con que se escriben las palabras, llamada ortografía literal. -Aquella que tiene relación con los signos de puntuación con que se separan las palabras, frases y oraciones; la ortografía puntual o puntuación. -La que se refiere a los acentos que llevan las distintas palabras de nuestro idioma, a la que denominamos ortografía acentual o acentuación.

Ortografía Literal

Uso de la b
1. En las combinaciones bl, br y mb como, por ejemplo, en las palabras: oblea, blanco, ebrio, broma, combate y embajada.
2. En la partícula aba con la que se construye el pretérito imperfecto de los verbos regulares de 1ª conjugación, terminados en AR. Por ejemplo, de amar, amabas; de conversar, conversábamos.
3. En los verbos terminado en bir, aber y eber, como, por ejemplo, recibir, caber y deber; y en sus conjugaciones correspondientes, por ejemplo, recibo, cabía y debemos. Son excepción a esta regla los verbos hervir, servir, vivir y precaver.
4. En las palabras que comienzan por bu, bur, bus, como, por ejemplo, bueno, burdo y búsqueda.
5. En las palabras que comienzan por ab, sub, y ob, seguidas de consonante, como absurdo, subsidio y obtener.
6. En las palabras terminadas en bilidad, bundo y bunda. Por ejemplo, responsabilidad, abunda y vagabundo. Se exceptúan las palabras civilidad y movilidad.
7. Antes de la combinación ui, como en las palabras atribuir y buitre.
8. En las mayoría de los sustantivos que llevan el sonido abo, como abogado, abono y nabo. Se exceptúan, entre otras, pavo, clavo y esclavo.

Uso de la v

1. En los adjetivos que finalizan en ava - ave - avo - eva - eve - evo - ivo - iva, como por ejemplo: eslava, grave, bravo, suave, leve, longevo, positivo, y cautiva.
2. En las palabras terminadas en vira, viro, ívora e ívoro, como Elvira y carnívoro. Se exceptúa la palabra víbora.
3. En las combinaciones bv - dv - nv, como en las palabras obvio, adviento e invierno.
4. En las formas verbales cuya primera persona singular termine en uve y en todas las conjugaciones siguientes, como estuve, estuvimos, estuvieran; anduve, anduviese, anduvieron.

Uso de la g

1. En los verbos terminados en ger, gir, giar, y en las conjugaciones y derivados de estos verbos que lo requieran. Por ejemplo, de proteger, protegiendo, protegerán; de exigir, exigido, exigencia; de elogiar, elogio, elogiemos. El verbo tejer constituye una excepción a esta regla.
2. En las palabras terminadas en gia y gio, y sus derivados y compuestos, como colegio y contagio, de las cuales derivan colegiatura y contagiado.
3. Las palabras que comienzan por el prefijo griego geo: geometría, geografía, geología, y otras.
4. La mayoría de las palabras en las que aparece el grupo gen, donde quiera que sea: gente, general, argentino, urgente, origen, imagen. Las excepciones más comunes son ajeno y berenjena.
5. En las mayoría de las palabras que incluyen el grupo igi o agi, a menos que sean derivadas de una apalabras que se escribe con j. Por ejemplo, vertiginoso, original, magia y agitado.
6. Los sustantivos terminados en gía, como antología y cirugía. Se exceptúan las palabras bujía, herejía, y otras poco usadas.

Uso de la j

1. En la mayoría de los sustantivos terminados en je, como canje, monje, y paisaje. Algunas de las excepciones son cónyuge, laringe, faringe y auge.
2. En la conjugación de los pretéritos de los verbos terminados en ducir, como conducir, producir, deducir y muchos otros. Por ejemplo, conduje, produjiste, y dedujo.
3. En los verbos terminados en jear y sus conjugaciones, como en flojear, flojeamos; callejear, callejaban.
4. En la mayoría de los sustantivos terminados en jero y jería, como cajero, relojero, conserjería y extranjería.

Uso de la h
1. En las palabras que comienzan por los diptongos ua, ue, ui, como en huaso, huella y huida.
2. En palabras que comienzan por los prefijos griegos hipo, hiper, hidro, hemi, homo, heter, helio, hexa, hecto y hepta, como hipopótamo, hipersensible, hidrofobia, hemisferio, homónimo, heterogéneo, heliotropo, hexágono, hectolitro y heptasílabo.

Uso de la c

1. En los plurales y derivados de las palabras terminadas en Z. Por ejemplo, el plural y derivados de cruz: cruces, crucifijo, crucificar.
2. En los verbos terminados en ciar, cer, cir, ceder, cender, cibir y cidir, y en sus conjugaciones correspondientes. Por ejemplo, los verbos despreciar, conocer, reducir, conceder, ascender, recibir y decidir. Son excepciones a esta regla los verbos ansiar, anestesiar, ser, coser (con hilo), toser, asir, residir y presidir.
3. En las palabras que terminan en una vocal seguida de la combinación ncia, como Francia, carencia, provincia, ortodoncia y denuncia. Son excepciones a esta regla las palabra ansia y Hortensia.
4. En las palabras terminadas en ción que sean derivadas de una palabra que termine en "to" o "do". Por ejemplo, la palabra bendición, que deriva de bendito. Lo mismo ocurre cuando la palabra deriva de un verbo terminado en ar o en gir, como estación, de estar, y dirección, de dirigir.
5. En la mayoría de palabras terminadas en cia y cio, como gracia y socio. Algunas excepciones son idiosincrasia, antonomasia, autopsia, gimnasio, potasio, magnesio, y los nombres propios Asia, Anastasia, Gervasio, Nicasio.
6. En los diminutivos formados con la terminación cito, cita, cillo y cilla, por ejemplo, pancito, madrecita, ratoncillo y viejecilla. Naturalmente, los diminutivos de las palabras terminadas en s, o que incluyen una s en su raíz, se forman agregando solo las terminaciones ito, ita, illo, illa, y conservan la s de la palabra original: Andresito, de Andrés; bolsita, de bolsa.

Uso de la s

1. En los adjetivos terminados en oso y osa, como generoso, hermoso, temerosa y graciosa.
2. En los adjetivos terminados en aso, eso, oso y uso, como escaso, travieso, perezoso y confuso.
3. En las palabras terminadas en sión que sean derivadas de una palabra que termina en so o sor; como la palabra recesión, que proviene de la palabra receso, o ascensión, que deriva de ascensor.
4. En la mayoría de los sustantivos terminados en eso, por ejemplo, peso, hueso, ileso, etcétera. Son excepción a esta regla, entre otras, las palabra aderezo, pescuezo, cerezo y tropiezo.
5. En los adjetivos que forman su grado superlativo con las terminaciones ísimo e ísima, como buenísimo (extremadamente bueno) o bellísima, (extremadamente bella).
6. En los gentilicios terminados en ense y es, como pascuense y genovés.
7. En las palabras terminadas en isco y usco, como mordisco y pardusco. Las excepciones son blanquizco, blancuzco, y negruzco.
8. En las palabras derivadas que terminan en esco y esca, por ejemplo, caballeresco y picaresca. No hay que olvidar que existen terminaciones verbales terminadas en ezco, que no tienen relación con esta regla, puesto que no son palabras derivadas, sino formas verbales, por ejemplo, merezco, crezco, ofrezco, etcétera.
9. En las palabras derivadas que terminan en sivo y sible, como excesivo y comprensible.

Uso de la z

 
1. En los adjetivos agudos terminados en az y en oz, como tenaz y veloz.
2. En los sustantivos terminados en anza, zón, ozo y azgo, como venganza, corazón, pozo y hallazgo. Constituyen excepciones las palabras bolsón, tesón, camisón, rasgo y otras de escaso uso.
3. En la mayoría de verbos terminados en izar, y en sus formas verbales correspondientes, como aterrizar. Constituyen algunas excepciones los verbos alisar, avisar, divisar, guisar, improvisar, requisar y revisar, entre otros.
4. En los sustantivos despectivos terminados en zuelo y zuela, como ladronzuelo y mujerzuela.
5. En los sustantivos abstractos terminados en ez y eza, como honradez y pereza.
6. En la terminación azo, que aporta el significado de "golpe dado con algo", por ejemplo, martillazo, portazo y cabezazo.
7. En los aumentativos formados con la terminación azo y aza, por ejemplo, hombronazo y barcaza.

Uso de la x

1. En la palabras formadas por los prefijos ex y extra, como exalumno y extraoficial.
2. Antes de la combinación pr y pl, como en exprimir, expresión, explicación y explorar. Son excepción a esta regla las palabras esplendor y espléndido.

Uso de la ll

1. En los verbos terminados en llar y sus conjugaciones, como callar, sellar y trillar. Se exceptúan los verbos rayar y payar, entre otros.
2. En las palabras terminadas en illo e illa, como membrillo y silla.
3. En las mayoría de las palabras terminadas en allo, ello, illo, ollo y ullo, como tallo, cuello, criollo y arrullo. Algunas de las excepciones más usadas son: Mayo, desmayo, ensayo, rayo, playa, raya, apoyo, arroyo, hoyo, chirimoya y joya.
4. En los diminutivos formados con la terminación illo e illa, como chiquillo y vaquilla.
5. Antes o después de la i, como en las palabras cepillo y aullido.

Uso de la y

1. En algunas conjugaciones de los verbos terminados en uir, como huir, contribuir, disminuir: huyó, contribuye, disminuyamos.
2. En palabras que finalizan por diptongos o triptongos con el sonido i, por ejemplo, debe escribirse Paraguay (y no Paraguai). Otros ejemplos son: voy, estoy, ley, buey, convoy y rey.

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